No es la primera vez que un prófugo español -y muy mediático- es capturado en suelo alemán. En abril de 1984, hace ahora casi 34 años, el fundador de Rumasa, José María Ruiz Mateos, era retenido en el aeropuerto de Fráncfort, nada más bajarse de un vuelo procedente de Miami. El empresario, por entonces uno de los hombres más ricos de España, llevaba meses en paradero desconocido después de que saliera de España escondido en el maletero de un coche, fijara su residencia en Londres y, poco después, se le perdiera la pista. Su imperio acaba de…