El filósofo ruso es una gran influencia para Putin y propone el fin del liberalismo occidental para crear el populismo integral como nueva ideología. Dugin comenzó a coquetear con el satanismo, el ocultismo y el nazismo en la década de 1980. Sus referentes son Lenin, Mussolini, Hitler, el Che Guevara, Rosa Luxemburgo y Charles Manson, entre otros, según aparece en Limónov, un libro de Emmanuel Carrère. Su teoría defiende la vuelta de una Rusia imperial.