La televisión no está hecha para noctámbulos. Tarotistas, mediums, líneas eróticas, teletiendas, videntes y el call tv se convierten en los dueños y señores de la madrugada. No hacen prisioneros, aniquilan al telespectador. Darse un paseo por las ondas es casi un suicidio mental. Teletiendas vendiendo baterías de cerámica donde se cocina sin que nada se pegue, call tv con ex grandes hermanos reciclados, la interpretación del zodíaco que amablemente nos hace por un módico precio Mayte rodeada de glamour, videntes con túnicas imposibles.