El acaloramiento y enrojecimiento súbito de la cara, el cuello y de la parte superior del tórax, es una característica exclusivamente humana, a la que la ciencia sigue buscando una explicación. De momento, el sonrojo sigue siendo un gran misterio. Según el doctor Frans de Waal, profesor de comportamiento de primates de la Universidad de Emory, en Georgia, Estados Unidos, los seres humanos "somos los únicos primates" que se sonrojan, y la teoría de la evolución de Charles Darwin no ofrece una respuesta que explique el rubor facial de las [...]