Jueces, fiscales, obispos se levantan también contra el gobierno surgido del actual Congreso de los Diputados, formado tras las elecciones del pasado 23 de julio. Alimentados por las dos derechas, convulsionadas sin remedio aparente, airean las togas y sotanas como si no hubiera mañana. Unos y otros pertenecen a las clases privilegiadas de una sociedad que les va perdiendo los aprecios. Las iglesias pierden fieles y los jueces credibilidad.