Un microchip con alas, del tamaño de un grano de arena, se ha convertido en el dispositivo fabricado por el ser humano más pequeño con la capacidad de volar. El nuevo 'microflier', como lo denominan sus inventores de la Universidad de Northwestern, no tiene motor. En cambio, es capaz de moverse con el viento, al igual que la semilla de la hélice de un árbol de arce, y gira como un helicóptero por el aire hacia el suelo.