Una expulsión definitiva, sin marcha atrás. Marko Ivan Rupnik, el artista de Dios, uno de los artistas religiosos más aclamados (y contratados) de la actualidad, cuyas obras pueblan catedrales de medio mundo, incluido el Vaticano, el santuario de Fátima o la misma sede de la Conferencia Episcopal española, no volverá a ser jesuita. Rupnik ya no es jesuita pero, al menos por el momento, seguirá siendo sacerdote porque la secularización del artista esloveno es competencia de la Santa Sede y, hasta ahora, Roma no permite esta medida que piden....