En el modelo tradicional, los agricultores venden sus frutas y verduras a mayoristas. Por ejemplo, por el kilo de patatas recibieron 29 céntimos, en la última semana de 2018. Los mayoristas las colocaron a 35 céntimos a fruterías y otras tiendas, que acuden al mercado de abastos de Mercasa. Y el público pagó finalmente por ellas 1,07 euros. Es decir, casi cuatro veces más de lo que recibió el agricultor. Los datos están extraídos de las estadísticas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.