Aunque no hay información porque no se sabe nada, hay que llenar horas de televisión. Antes, cuando la palabra periodismo todavía estaba vigente, los casos de desapariciónes formaban parte del área de informativos, rama sucesos, y solían ser tratados por especialistas con rigor y con cautela. Ahora que se han inventado la palabra comunicadores para enrasar a todo el que sale haciendo posturas en la tele, ya sea haciendo noticiarios, publireportajes, espectáculos o shows, la información sobre un suceso pasa a formar parte del sistema vale todo.