"Fallas más que el hombre del tiempo". La frase popular data de un tiempo en blanco y negro en que eran fundamentalmente hombres quienes, con las herramientas posibles de una época sin satélites, trataban de dar con la predicción de la mejor manera posible. Sesenta años después, son ellas, físicas meteorólogas, las que han tomado el protagonismo en televisión y redes. Y fallar, fallar… fallan poco.
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Es un poco como lo del Ecce Homo de Borja. Cuando hay alguna restauración mal hecha en España, vuelve a ser noticia en todo el mundo, la gente se acuerda de esa pintura y su pésima restauración por parte de una bienintencionada feligresa. Los casos de restauraciones fallidas como esa o la del San Jorge de Estella son anecdóticas, igual un par de casos por década, pero la gente se acuerda de esos y no de trabajos formidables como la restauración de la Gioconda del Prado o de la Anunciación de Fra Angelico, en el mismo museo.
Pero, tenga o no que ver con ese Sesgo, tienes razón.
Yo sigo las previsiones de viento y olas en la costa y se desvían poquísimo a 48 horas en lo fundamental.
doi.org/10.48550/arXiv.2212.12794
El problema es cuando vienen lluvias, miras la predicción para dentro de tres días y dice una cosa, la vuelves a mirar a las doce horas y dice otra, te estás los tres días mirando la predicción y cada día pone una predicción diferente.
Llega el día, hace sol, miras la predicción actualizada ese mismo día y pone que está lloviendo.