A menudo sucede en mi trabajo que me llama un usuario porque no se aclara con el ordenador. Es algo normal, que pasa varias veces a la semana y que intento resolver lo mejor que puedo: les ayudo y, al mismo tiempo, trato de que no abusen de mi buena disposición, echándoles un capote y tratando de enseñarles a valerse solitos. No hablo de HelpDesk puro y duro, sino de que en mi lugar de trabajo se ha, más o menos, institucionalizado la idea de que Informática está también para eso: soy uno de esos empleados de los que "se espera cierta …