La ciudad de València nació hace más de 2.000 años en una isla fluvial. Dos milenios después, la ciudad no tiene río. No tiene ni desembocadura. Sólo una franja que como una cicatriz parte en dos la metrópoli y su extrarradio, y que irónicamente se denomina como nuevo cauce. Irónicamente porque no es un cauce de un río sino un desagüe; mastodóntico, pero desagüe.
|
etiquetas: valència , río , cauce