El emigrante, cuando decide volver, ya no es la misma persona que cuando se marchó. Y sus amigos, los que no se movieron del barrio, también han cambiado. Se vuelve con el deseo de retomar las relaciones en el momento en que se dejaron, pero, como diría Neruda, "nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos".
|
etiquetas: españa , emigrantes