La única escapatoria era cubrirse bajo trincheras en la playa de Dunkerque. Una última retirada desesperada. Los camiones de combate ingleses y el armamento pesado quedaron abandonados en el Canal. El caos se había sentido días antes: no quedaban posibilidades en Bélgica y en Arrás los alemanes habían ganado por goleada. Se veían anulados cada vez que los enfrentaban. Harry Garrett, su hermano Ken y el soldado Ebby Lee cavaron en la arena para resguardarse de los ataques. Pensaron que estarían a salvo siempre que no explosionara una bomba cerca
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