Al registrar las ondas cerebrales de los monos, los investigadores fueron capaces de hacer réplicas casi perfectas de las caras humanas mostradas a los animales. La demostración resuelve uno de los problemas más intratables en la neurociencia - cómo el cerebro reconoce las caras -. Publicado en
www.cell.com/cell/fulltext/S0092-8674(17)30538-X