Más que alejarnos de nuestro ser, tendemos a pensar que son precisamente las experiencias las que lo configuran. Se les atribuye propiedades casi mágicas
reflexionar, divagar, escribir, contar, investigar, explicar, enseñar, ... ninguna de ellas sería posible sin las experiencias anteriores. Incluso en su formulación más mercantilista hay algo positivo en las experiencias citadas por las aspiraciones que nos hace albergar: un amor correspondido, un libro que nos aporte sabiduría; un viaje que llene nuestras conversaciones de anécdotas.
/poe