Puede parecer una idea inocente, pero amputar las uñas a un gato tiene consecuencias muy negativas para el animal. El proceso, que también se llama desungulación, implica extraer los huesos de la punta de los dedos de los pies al gato, y esta acción tiene efectos muy negativos. Afortunadamente, en Europa el Convenio Europeo sobre protección de animales de compañía prohíbe realizar este tipo de cirugía, pero en otros países, como en ciertos estados de EE UU, aún se permiten estas prácticas, a pesar de estar totalmente desaconsejadas por las asoc
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