Monique Pool se enamoró por primera vez de los perezosos cuando adoptó a un ejemplar huérfano de un centro de rescate. Desde entonces, muchos perezosos han pasado por su casa en su camino de regreso a la selva. Pero incluso para ella, con toda su experiencia, fue difícil rescatar a 200 de estos animales a la vez. Todo empezó en 2005, cuando Pool perdió a su perro, un mestizo llamado Sciolo, y llamó a la Sociedad Protectora de Animales de Surinam para ver si ellos lo habían encontrado
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