Juan Escalé, un ingeniero apasionado por la robótica, desarrolló con sus propias manos un autómata rechonchete inspirado en R2-D2 que se expresaba con su sintética voz, agarraba objetos con sus pinzas o escuchaba a los humanos. Tras participar en ferias, asistir a bodas e ir a la tele hace tres décadas, Tron buscó dueño en Mil Anuncios. Un coleccionista lo ha reconvertido en pieza de museo.
|
etiquetas: juan escalé , obótica artesanal , españa años 80