Jericoacoara es tranquilidad, la tranquilidad que se genera en una ciudad que está gestionada para ser tranquila. Llegar no es fácil, y eso mantiene a raya el turismo masivo de “llegar, ver, y marchar”. Está en medio de un desierto que ha llegado hasta el mar, o un mar que se secó parcialmente, y para llegar hay que atravesarlo. Simplemente no es cómodo para quien tenga prisa.
|
etiquetas: viajes , fotografia , historias , playa , brasil , ceara , jericoacoara