El fotógrafo Hayahisa Tomiyasu (1982, Kanagawa, Japón) se topó con un zorro a pocos metros al doblar la esquina de la Biblioteca Nacional Alemana. Tenía los ojos cerrados y olía las piedras y el césped contiguo a la acera. Se acuclilló, permaneció así unos segundos y se esfumó entre los arbustos. Una de las últimas cosas que vio Tomiyasu fue el brillo de la punta de la cola.
|
etiquetas: fotógrafo , japonés , vida , ping pong