El avión podía viajar a 500 km/h y transportar una carga de hasta 600 toneladas. Tenía ocho motores en la parte frontal que permitían impulsarlo inicialmente a gran velocidad y otros dos en la trasera, situados en una gigantesca, cola, para luego mantener esa propulsión sin necesidad de los motores delanteros. Las ventajas teóricas eran desde luego llamativas: alta velocidad, prácticamente invisibles al radar e invisbles al sonar, evitaban las minas navales, y con una capacidad de transporte militar realmente destacable.
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