Como los humanos, los mandriles también se preocupan por su salud y para ello han desarrollado un método: oler la caca de otros monos. De este modo identifican los parásitos intestinales de cada uno, descubren quién está enfermo y evitan así aparearse con ellos. Fornicar es importante para los mandriles ya que les permite resolver conflictos y establecer relaciones sociales. Este descubrimiento ha sido llevado a cabo por un grupo de científicos que han observado 150 mandriles gaboneses durante 2 años. "Es lo mejor que he hecho nunca" - dice uno
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