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No era solo que él estuviera en el medio -su León de Oro le colocaba en ese sitio aunque no quisiera-, sino que se notaba en cómo los cineastas a sus lados le escuchaban, le miraban o incluso le agradecían allí las películas que les habían inspirado. Lo hizo Brady Corbet, premio a la Mejor dirección por The brutalist, y lo hizo Maura Delpero, la sorpresa, con Vermiglio, de esta edición del certamen que ha terminado con una victoria histórica para el cine español.
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etiquetas: almodóvar , venecia , león de oro
No seré yo quien os convenza de lo contrario. Seguíd así
Nadie va a recordar que Almodóvar ha ganado el León de Oro
Debería ser un premio para directores que se están dando a conocer, no para este personaje
Y encima el hombre este siempre politizándolo todo. Una rémora
Cuando la muerte te parece hermosa es que la vida para tí ha dejado de serlo,el derecho a morir es un derecho incuestionable del ser humano.
No me gusta especialmente su estilo, pero solo hay que ver los reconocimientos desde los Oscar (más comercial) a festivales europeos de prestigio, como sus ventas en países asiáticos en especial Japón.
Su problema para no reconocerlo aunque no guste, significarse políticamente.