Tony Evers, gobernador del estado de Wisconsin, declaró este martes el estado de emergencia después de que varios comercios del condado de Kenosha sufrieran saqueos en el marco de los disturbios registrados después de que Jacob Blake, un hombre negro, recibiera 7 disparos por la espalda de un agente de policía. En el segundo día consecutivo de protestas, Evers ha desplegado unos 250 agentes de la Guardia Nacional, al mismo tiempo que condenó lo ocurrido y pidió “no permitir que continúe el ciclo de racismo e injusticia sistemático” en el país.
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