Como si una legión de zombis se tratara, los turistas saltan vallas, peregrinan hasta abarrotadas calas “secretas” (donde, si toca, se llevan guijarros o arena como recuerdo), caminan por calles ya abarrotadas, se apiñan en bares típicos o pagan precios astronómicos para alojarse, aunque sea de manera ilegal, en los centros de las ciudades. Nada detiene a esta nueva masa viajera, cada vez más polémica y antipática.
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etiquetas: turismo , zombie , turismofobia 
Me pillas jovenzuelo para saber sobre eso. Pero supongo que irían con viajes organizados.
Explicate mejor y así no pierdes el tiempo ni tú ni yo.
Venga, otro putinejo a la nevera.
¡Quien lo podía sospechar?
Y otra cosa es viajar en plan como hacen aquí los guiris veinteañeros del palo del Jay Slater, el que se mató el otro día en Tenerife o como van los boomers españoles por Europa para concluir que "como en España en ningún sitio" después de haber estado tres días en Praga o Dublín.
Las guías de viaje y las oficinas de turismo tienen por lo menos 25 años, por lo que eso de "chocarte con otras culturas" más bien no.
Qué coño, cuando vino mi madre a visitarme a Dublín se vio la ciudad y se contrató todas las excursiones ella sola sin hablar una palabra de inglés