La puesta en práctica de la Teoría de las Ventanas Rotas, a día de hoy, solo tiene un fin: tranquilizar a las clases medias y las élites de la ciudad mediante la escenificación y teatralización de determinadas políticas públicas. Es ahí donde se sitúa el actual Ayuntamiento
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La última vez que llamé a la policía municipal de Barcelona, no se presentó.
A un amigo mío le pasó exactamente lo mismo.
Las dos últimas veces que hablé con policías municipales pidiéndoles algo, me contestaron: "Llame al 112", y siguieron hablando de chorradas en mitad de la calle con los brazos cruzados.
Yo lo veo un "lo de siempre". Pero extensible a todas las clases, incluso robando la identidad de "a qué clase" pertenece cada uno. Que hoy por hoy, porque uno cobre 100 o 200 euros más al mes que otro, ya se cree en "una clase mejor" que el otro.