En la escuela Ventós Mir de Badalona hay inodoros sin tapa, puertas enormes que no cumplen la normativa de incendios, persianas rotas y humedades. Hay también, según la asociación de padres, unos profesores estupendos y un nivel académico del que están muy satisfechos. Su presidente, Jordi Soler, señala la reja en una de las ventanas: "Está lleno de hierro oxidado. Si un niño pasa la mano por aquí es un desastre". Los padres han lanzado una campaña para que al fin se invierta de verdad en la escuela, fundada en 1926.
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