A Juan Carlos lo nombraban Rey de España. Pinochet era el presidente de Chile. Bill Gates pensaba en fundar Microsoft. Angelina Jolie apenas nacía y Franz Beckenbauer era el capitán del campeón del mundo. En ese mismo 1975, Joseph “Sepp” Blatter ingresaba a la FIFA. La escandalosa rentabilidad de esa poderosa multinacional es la mejor bandera del suizo para retener su reinado.
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