Siempre digo que el lenguaje es un arma de poder insospechado. Una palabra amorosa puede sanar, tanto como una palabra de odio puede herir, destruir, e incluso matar. Es la gran herramienta de los manipuladores, y es por ello muy frecuente que se escondan palabras, o que se creen palabras falsas, o que a las palabras se les doten de significados distorsionados para confundir la realidad, o para crearla según determinados intereses.
|
etiquetas: pp y zaplana , humanidad