Seamos realistas. Hemos tenido décadas para modificar nuestro rumbo hacia la implosión y, en cambio, hemos pisado el acelerador. A este ritmo de destrucción medioambiental, tendremos suerte si vemos el escenario RCP 8,5. La mayor señal de advertencia de lo que nos espera es la velocidad creciente con la que crece el CO2 atmosférico. Hemos puesto nuestro destino en manos de especuladores, gobiernos impotentes y un público complaciente. La naturaleza está siendo violada y saqueada. Estamos jodidos. Pero ¿qué significa eso?