El ultra César Augusto Alvarado, recién elegido secretario general de Madrid en la Confederación Española de la Policía, por la que acudirá como número uno a las elecciones al Consejo de Policía del próximo junio, no sólo está acusado por un presunto delito de violencia de género y tiene una orden de alejamiento de la víctima, sino que se dedica a hacer una virulenta campaña en las redes a favor del partido de Abascal, lanzando proclamas extremistas contra el feminismo.
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