Lo hemos tomado como algo casi habitual. Como si fuese de lo más usual. Hasta tal punto de incluso, poder considerar a esta como una parte más de nuestra cultura. Pero no es así -o no debería-, todo tiene sus límites. No obstante, últimamente parece ser que la corrupción política en España no tiene techo. Tan solo con echar la vista atrás, y observar la escandalosa cifra de 300 imputados en el año 2013, es para hacer las maletas y buscar destino lejos del hogar.
|
etiquetas: corrupción , política , tarjetas negras