Su función, de momento, será demostrar que el dispositivo es capaz de leer la actividad neurológica de esa persona. El objetivo final es que podamos descargar contenidos en nuestras mentes y subir nuestros pensamientos a la nube; o compartirlos directamente con otros cerebros, formando algo que podría definirse como federaciones telepáticas: fraternidades formadas por seres que se leerán mutuamente cada opinión, cada idea. Un escenario utópico para sus partidarios, pero donde los límites de la individualidad pueden quedar borrados para siempre.
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