El ministro alemán del Interior, Thomas de Maizière, ha cambiado el tono y ha asegurado que los refugiados son unos desagradecidos que no se registran. "Hasta el verano, los refugiados estaban agradecidos con nosotros. Preguntaban donde estaba la policía, el centro de registro, donde los iban a llevar. Ahora, muchos refugiados salen de las instituciones y piden un taxi. Es sorprendente, pero tienen dinero para hacer centenares de kilómetros en taxi en Alemania. Hacen huelga porque no les gusta el alojamiento o la comida”, ha dicho Maizière.
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