Millones de peregrinos hindúes han acudido a bañarse a las aguas sagradas del Ganges, sin distancia de seguridad alguna. La festividad, una de las más importantes para la religión hinduista, tiene entre sus rituales estas abluciones que realizan primero los ascetas, más conocidos como sadhus. Según un policía indio, "2.200.000 personas se han bañado en sus aguas con las primeras horas del día". La masiva afluencia hace imposible respetar las distancias y muchos participantes están convencidos "de que el agua del Ganges mata todos los virus"
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