Las autoridades marroquíes han detenido a cerca de 1.500 inmigrantes, entre ellos mujeres y niños, a los que ha trasladado a centros de detención. Los campamentos han sido desmantelados y quemados y las ONGs sospechan que se prepara una deportación masiva con la ocurrida en 2005. Según Marruecos estas operaciones buscan "evacuar los lugares ocupados ilegalmente por los inmigrantes que planifican tentativas de emigración irregular". Antes, el miércoles, se llevó a cabo la operación más grande, en la que se destruyeron los campamentos del Gurugú.
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