No lo sé, hijo. Solo sé que si desaparecieras te buscaría entre la tierra y debajo de ella. Tocaría en cada puerta de cada casa. Preguntaría a todas y a cada una de las personas que encontrara en mi camino. Exigiría, todos y cada uno de los días, a cada instancia obligada a buscarte que lo hiciera hasta encontrarte. Y querría, hijo, que no tuvieras miedo, porque te estoy buscando.
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