El PP y la iglesia han teñido buenas relaciones. Los dos se daban lo que quería el otro. Un win win claro. Cuando esto es así, como ha ocurrido con la iglesia catalana y los indultos, a Aznar se le ha ocurrido esto de ver, tener en la cabeza y no olvidar. Solo le ha faltado acariciar un gato
|
etiquetas: indultos , pp , iglesia