A la dimisión esta mañana de Natalie Nougayrède, esperada por el ‘lío’ que desde hace semanas se estaba preparando en el diario con sede en París, hay que sumar ahora la destitución fulminante de Jill Abramson, que en este caso sí ha sorprendido, pues los ‘trapos sucios’ que ahora empiezan a salir a flote en el diario de la Gran Manzana estaban bastante bien tapados.
|
etiquetas: new york times , jill abramson , despido , dean baquet