Los 800 guardias y policías que ocupan “el barco del Piolín” (el Moby Dada) desde el pasado 21 de septiembre empiezan a acusar lo que supone vivir en un navío. A la exasperante sensación de espera, se suman el cansancio de “comer pasta y pescado cada día”, la “falta de entretenimientos”, los pasillos llenos de ropa tendida “porque nadie se atreve a colgarla en cubierta donde ya ha habido robos”, o las guardias en lugares inhóspitos… Fuente AEDE:
politica.elpais.com/politica/2017/10/18/actualidad/1508314552_363518.h