Hoy he quedado a las 5 con el veterinario para dar un final digno a mi perra Tierra, compañera superinteligente y obediente. Nunca me dio ningún problema. Fue compañera de muchos gatos, e incluso amamantó a uno. Tiene 17 años, que, pese a ser una perra de 10 kilos, son muchos. Está bien del corazón, que es de donde suelen fallar, pero lleva dos años sorda y ciega. Ha perdido la noción de la realidad, está perdida y se que hago lo mejor, pero es un momento muy duro para mi. Creo que tenía que haberla llevado...