Más de 400.000 niños en Líbano fueron desplazados en 3 semanas, según un funcionario de alto nivel de UNICEF: “1,2 millones de niños están privados de educación. Sus escuelas inaccesibles, con daños o usadas de refugios. Lo último que necesita Líbano es una generación perdida”. Los niños se hacinan en refugios abarrotados donde 3 o 4 familias viven en un salón separado con lonas de plástico, y 1.000 personas comparten 12 retretes. No todos funcionan. La mayoría de niños experimentó tanta violencia, que se asustan ante cualquier sonido fuerte.