Estar solo no es meramente un hecho físico, si fuera así pocos afirmarían que están solos, es más, la soledad sería entonces la excepción en medio de un mundo de acompañados anónimos. La soledad es una percepción subjetiva en tanto en cuanto depende de la interpretación de lo que te rodea, pero también se basa en hechos objetivos incontestables, ¡coño!, si llevas cinco días sin hablar con nadie, sin que nadie te llame y sintiendo que nadie te espera, nadie te recuerda, eso es un hecho objetivo, con mayúsculas, estás más solo que la ‘una’.