La persecución y destrucción de la cultura andalusí es uno de los episodios mas triste de la historia de España. Por desgracia un episodio que nos empobreció a todos, y que no es contado como debería. Incluso en Andalucía no enseñan su propia historia.
Estamos inmersos en la Semana del Patrimonio Flamenco 2020. ¿Qué es? ¿Qué representa? De todo ello hablamos con el profesor de Derecho, Antonio Manuel Rodríguez
No acaba en despido porque aún no ha habido juicio. Y ese despido en un juicio será considerado despido nulo y les obligarán a readmitirle. No es el primer caso y mientras haya empresaurios no será el último.
Un amigo mío en un caso muy parecido pero sin existir comité de empresa ni ser el representante estuvo casi 2 años despedido de una empresa de comida rápida. Hasta que salió la sentencia del juicio que obligaba a la empresa ha readmitirle en su mismo puesto, pagarle todas las nóminas desde el día de su despido y una protección especial contra el despido al obligarles a permitir crear un comité de empresa en el que por supuesto mi colega acabo de presidente. Y ahí siguen y con unas condiciones mejores que las que tenían y con un comité que ahora sí que se mueve y preocupa de los trabajadores.
Por cierto son de CGT también. ¿No os resulta raro que no escuchamos nunca a UGT o a CCOO defender casos así?
El gran problema de los PAU es que se quiso repetir el modelo exitoso de Valdebernado (6.000 vivendas en 109 Ha) en ámbitos mucho más extensos y menos densos.
El modelo Valdebernardo se basa en un diseño residencial, con una densidad media (bloques de baja+5 con un cierto esponjamiento) que concentra toda la actividad comercial en dos grandes avenidas. Al final, cualquier vivienda tiene uno de los dos ejes comerciales a menos de 200 m.
Cuando se repite este modelo en Las Tablas (12.270 viviendas y 362 Ha), Sanchinarro (13.568 viviendas y 402 Ha) o Vallecas (26.000 viviendas y 736 Ha) la cosa de ja de funcionar, muchos bloques de viviendas quedan muy alejados de los ejes comerciales y se crean las islas desiertas de las que habla el artículo. Eso sí, islas con pádel y piscina comunitarios.
Yo estuve pagando la cuota federativa (autonómica) a la FEDME hasta el año 2019. Pero con la pandemia todo se fue al garete, incluído mi trabajo. Así que, bye bye!
En principio era sólo para practicar senderismo. Lo hice por consejo de otros senderistas, que insistían en la importancia de disponer de un seguro. Pero cuando me propuse investigar a fondo las cláusulas y detalles de dicho seguro, llegue a callejones sin salida o situaciones absurdas que nadie sabía o quería explicarme.
Por ejemplo, una de las cláusulas o condiciones del seguro decía algo así como que: si te ocurría algún percance en medio de la naturaleza no podías simplemente llamar al 112, sino que tenías que llamar primero a otro número y allí ya te explicarían qué hacer y a qué hospitales (previamente concertados) acudir.
Al final llegué a la conclusión de que la única ventaja práctica de la licencia es que con ella me hacían descuento en algunas tiendas de deporte. Pero aparte de eso, para de contar.
Supermercados vacíos. No sé por qué, pero eso me recuerda a otras noticias del otro lado del charco. Casualmente Johnson no tiene pinta de bolivariano, por lo que me da a entender que cuando al capitalismo se le pone freno su estructura se derrumba, y la caída puede ser más dura para quien más alto está. Ahora, mientras se quiera mantener, eso ya eso otro tema.