#6 Hay que buscar hobbies y amigos para no tener que cubrir carencias con animalitos encerrados en pisos de 80 metros cuadrados, y con suerte siendo perro un par de salidas o 3 al día para hacer sus necesidades.
Los perros y gatos en pisos deberían de estar prohibidos.
#22 pocos parece que has tenido tú, no solo no acaban yéndose. Es que la gata callejera de la que te habló más arriba no la adopte yo, nos adopto ella a nosotros.
Un día de fuerte lluvia note golpes en la entrada, era la gata intentando subir a su cachorro a la ventana (los golpes era el gatillo cayéndose al suelo). Fue abrir la puerta y entró zumbando con el cachorro, lo soltó en medio del salón y se fue a por otro.
Tenía dos más esparcidos en la calle, ella cogió uno y yo el otro. Desde entonces decidió que nosotros seríamos su familia.
Los cachorros crecieron y los regalamos ( dos días se tiró cabreada), pero ella decidió quedarse 23 años con nosotros.
Siempre tuvo la puerta abierta, vivió mil aventuras y algún que otro problema (alguien le cortó medio rabo y en otra ocasión después de 3 días sin aparecer fuimos a buscarla y estaba atrapada en la terraza de un chalet que se habían ido de vacaciones en pleno agosto a 35-40 grados)
Esto en el fondo se reduce a una simple explicación vía ley de rendimientos decrecientes: cuando la población es pequeña (es decir, cuando la cantidad de mano de obra es pequeña), un aumento de población genera una gran cantidad de riqueza; pero, a medida que la población se va haciendo más y más grande, cada vez es menor la cantidad de riqueza extra generada por cada nuevo aumento de población; hasta que llega un momento en que la población llega a ser tan grande, que seguir aumentándola conduce, de hecho, a ir reduciendo cada vez más la riqueza per cápita, y a ir generando cada vez más precariedad y pobreza, porque la tarta se reparte entre cada vez más comensales.
Que no estoy diciendo que la pobreza sea buena ni mala. A algunos, como yo, les parecerá mala, y otros la considerarán tan estupenda que incluso defenderán como un derecho el poder seguir haciendo nacer, y criar, a sus propias proles en ella, para que sus proles se lo agradezcan en forma de pensiones y otros servicios y entretenimientos.
Y es que no debemos perder de vista la dimensión cultural. Pues hasta la pobreza y el vivanlascaenismo pueden ser cultura.
Los perros y gatos en pisos deberían de estar prohibidos.
Un día de fuerte lluvia note golpes en la entrada, era la gata intentando subir a su cachorro a la ventana (los golpes era el gatillo cayéndose al suelo). Fue abrir la puerta y entró zumbando con el cachorro, lo soltó en medio del salón y se fue a por otro.
Tenía dos más esparcidos en la calle, ella cogió uno y yo el otro. Desde entonces decidió que nosotros seríamos su familia.
Los cachorros crecieron y los regalamos ( dos días se tiró cabreada), pero ella decidió quedarse 23 años con nosotros.
Siempre tuvo la puerta abierta, vivió mil aventuras y algún que otro problema (alguien le cortó medio rabo y en otra ocasión después de 3 días sin aparecer fuimos a buscarla y estaba atrapada en la terraza de un chalet que se habían ido de vacaciones en pleno agosto a 35-40 grados)
Cc #23
Que no estoy diciendo que la pobreza sea buena ni mala. A algunos, como yo, les parecerá mala, y otros la considerarán tan estupenda que incluso defenderán como un derecho el poder seguir haciendo nacer, y criar, a sus propias proles en ella, para que sus proles se lo agradezcan en forma de pensiones y otros servicios y entretenimientos.
Y es que no debemos perder de vista la dimensión cultural. Pues hasta la pobreza y el vivanlascaenismo pueden ser cultura.