Pero yo me levanto cada día y conservo El Sueño, mi sueño. Somos muchos los que sabemos lo que defendemos”. Esto lo canta un ejecutivo negro que se pone en pie y avanza decidido hacia la cámara, acompañado por un coro, con una bandera blanca al hombro, como si fuera Martin Luther King. La letra apela a derechos humanos, honestidad y dignidad. El resto de los empleados bailan, están delante de pantallas de colorines. “Aquí nos enseñamos todos juntos, todo el equipo trabaja a una, unimos nuestras fuerzas, no trabajamos al estilo mafioso”. No es el spot de una ONG, no es una campaña del mes de la Historia Negra de los Estados Unidos, tampoco el contenido promocional de un grupo por los derechos de las minorías. Es el spot de un banco. Y no es un banco cualquiera, sino un banco ético, hasta hace una semana, y uno de los dos que han quebrado en Estados Unidos: Signature Bank. Por lo que sabemos, la mala gestión ha puesto en peligro los fondos y los directivos están bajo investigación. Probablemente se presenten cargos.
Grandes rótulos desfilan por la pantalla sobre la cara de un bonachón y melenudo jovenzuelo. CALENTAMIENTO GLOBAL: “Es uno de los mayores desafíos que tenemos que enfrentar unidos, como planeta”. PANDEMIA DE COVID: “Tenemos que estar preparados para la próxima epidemia”. ENFERMEDADES TROPICALES: “Más de un billón de personas las sufren, tenemos que erradicarlas”. BIENESTAR ANIMAL: “Los animales merecen vivir, justo como nosotros, por eso soy vegano”. No es el delegado de Greenpeace para Estados Unidos, no es un joven candidato al Partido Demócrata por Oregón, no es el portavoz de un lobby contra el petróleo, aunque se le vio sentado con Bill Gates y Bill Clinton hablando del futuro del planeta. Es el discurso del joven multimillonario de las criptomonedas Sam Bankman-Fried, huido presuntamente con la pasta de millones de estafados tras la debacle, acusado de varios cargos y extraditado a EEUU. Fue, por cierto, el segundo mayor donante individual del… » ver todo el comentario
Y aumenta el suicidio, le dan todo masticado hasta que salen al mundo laboral o universitario, ahí se pegan la hostia padre queriendo cambiar un sistema que no les explicaron bien, queriendo un trabajo sen esfuerzo o el premio sin ganarlo. Pasamos del poder absoluto del profe y sus capones a que no pueden ni pedir que guarden los moviles. En casa pasamos de castigar cuando se portan mal a no me toques que te denuncio.
Y las cosas que nos van a suceder y joder no nos preocupan.
Como la respuesta a la próxima pandemia o los efectos del cambio climático.
Recomiendo leer el libro El cisne negro de nasin taleb. Somos incapaces se predecir y preocuparnos por eventos que creemos poco probables.
#24 China tiene un pequeño arsenal nuclear, no habría holocausto.
El que tiene un nutrido fondo de armario es Rusia. Aunque económicamente el principal rival es China y Rusia es un actor menor, como amenaza estratégica el principal enemigo de EEUU es Rusia. De eso va lo de Ucrania, de desangrar al único Estado que puede hacerles remotamente sombra en potencial nuclear.
#48 Pero no tiene un modelo social, legal ni económico, es absurdo, es el caos. Además es antinatura (vale, ahí ya depende qué tipo de anarquismo hablemos) porque la autoridad es algo natural e intrínseco a la naturaleza humana en sociedad, el establecimiento de normas, etc.
Depende. Yo creo que donde no hay que ser un pringado es con los compañeros precisamente porque te encuentras gente que vendería a su madre por dos centimos, si eso les da algún beneficio.
En cuanto a jefes, yo creo que no es necesario convertirse en un narcisista para tener una buena experiencia laboral. Simplemente no mirar al cielo con la boca abierta esperando que llueva. Ser proactivo. Si vales, y sabes que vales, que te paguen acorde al valor que estas aportando a la empresa, y ser elocuente en comunicar como, porqué, y cuando. No bajar la cabeza y esperar el aumento, porque eso no va a pasar.
Importante el valor que aportas. Ni pidas un salario top si lo que quieres es vivir sin estres, ni tampoco dejarte el alma por dos duros. Todo es negociar y moverse.
Depende de lo que entiendas por "triunfar" No creo que ser un amargado sin amigos, divorciado, sin vida social más allá de un trabajo rodeado de gente que te teme y te odia sea ningún triunfo, y he conocido a unos cuantos así.
Ya lo dijeron estos sabios