#1 Claro que todo el mundo puede discrepar con esas cinco películas, igual que hay gente que discrepa con que Messi sea el mejor futbolista de la historia, Jordan el mejor jugador de baloncesto o que los Beatles sean el mejor grupo de la historia. Para gustos, los colores.
Pero si le pides a 1000 críticos y directores de cine que hagan su lista de las 5 mejores pelis, te diría que todas esas estarían en la terna para formar el top-5. Obviamente no es matemático, otras películas como El Acorazado Potemkin (la gente está olvidando esa película a marchas forzadas) Lawrence de Arabia, o cualquiera de Kurosawa podrían estar fácilmente en el top-5, y tarde o temprano algunos clásicos modernos como Pulp Fiction, Tiburón o La Jungla de Cristal, comenzarán a ser consideradas de las mejores películas de la historia.
(Vale, ahí me he flipado, La Jungla de Cristal no será considerada una de las mejores de la historia. Sino LA MEJOR.)
Pero, ahora en serio, no me parece nada provocativo decir que Vértigo, 2001, Centauros del Desierto, Ciudadano Kane y Amanecer son las cinco mejores películas de la historia. Si no lo son, están cerca.
#14 lo que está claro es que son emigrantes, mejor que migrantes, porque todos han emigrado de algún sitio, y como no sabemos si aquí se quedan o no, no llamarlos inmigrantes en vez de migrantes puede ser un error, así que con emigrantes no te equivocas nunca.
#17 Los motivos lingüísticos son los únicos que deberían tenerse en cuenta.
Que no se haga por ese motivo es suficiente para rechazar el uso de migrante.
Máxime cuando tenemos una auténtica fiebre del migrante (palabra).
#14 En primer lugar es una excusa. Y bien pobre.
En segundo lugar falso. Porque si se hiciese por motivos lingüísticos se empezaría por llamarles inmigrantes cuándo llegan a España. Cosa que tampoco se hace.
Ejemplo claro de a lo que me refería con lo de "hacernos pasar por tontos".
Neolengua. Cuyo fin no es transmitir información, si no querer representar una realidad particular a base de retorcer el lenguaje para que las palabras acaben por no representar la realidad legítima.