> Por fin conocemos la imagen de Juan Luis Trescastro, el fascista bocazas y fanfarrón que detuvo a García Lorca en casa de los Rosales y prestó su coche para conducirlo a la muerte.
#0 Yo estoy en mis últimos años de la veintena y aún no tengo finalizado el grado en la carrera que quiero. Empecé a salir con una chica hace dos años y ella ha pedido varias becas para salir de España a estudiar en el extranjero su segunda carrera, la cual ya está finalizando. Ya hemos hablado de esto y puede que a) yo vaya detrás de ella cuando se la den, o b) cortemos por insostenible distancia
En mi familia soy el único que no trabaja y a veces me odio un poco a mí mismo por absorber recursos sin dar nada a cambio.
No me gusta la fiesta, el alcohol, ni las drogas (legales o ilegales), y tengo un largo historial de autosabotaje, tan largo como corta es mi lista de amigos
Soy muy inteligente para cosas que se consideran irrelevantes, y muy tonto para las relaciones sociales y la gestión de sentimientos...
Te puedo dar un par de consejos, aunque creo que eres mayor que yo: www.timjlawrence.com/blog/2016/1/14/let-yourself-kill-fear
Este enlace habla bastante bien de cómo lidiar con el miedo. A mí me ayudó hace un año. También leer las Meditaciones de Marco Aurelio, así como Cartas a Lucilio, de Séneca. Los estoicos son los mejores filósofos, le dan mil vueltas a la psicología positiva magufa que se vende de baratillo por las esquinas.
Sólo te puedo decir que no eres el único y que a veces para salir de la mierda primero tienes que limpiártela: salir de un entorno con ideas tóxicas y erróneas sobre quién eres y qué puedes hacer
Yo soy vago en la misma medida que soy cobarde: la vagueza sólo es otra forma de no enfrentarse a lo inevitable (el trabajo) y postergarlo eternamente, en vez de ir a por una roja para saltarse cien amarillas.
Una vez aprendas a convivir con el miedo, podrás hacer tu vida, bajar de peso, e incluso encontrar pareja.
La clave (como ya sabes) es TRABAJO DURO, CONSTANCIA, y NO DESFALLECER.
Por último, y en el tema pareja, te recomiendo cualquier libro de psicología evolucionista, y especialmente El Gen Egoísta, de Richard Dawkins. Te… » ver todo el comentario
#11, #12
Iba a decir algo similar a #16, pero él lo ha dicho muy bien: la experiencia, sin duda, merece la pena.
Por cierto, #11, el problema de sobrepeso también existe y se puede tratar en otros países europeos. Quienes te eligieron, te vieron, saben cómo eres. Seguro que encuentras ayuda. No te rindas tan fácilmente si de verdad quieres irte (pero si lo que quieres es quedarte donde has elegido, tampoco te comas el coco con lo que, tal vez, hayas perdido al no irte: siempre que se toma una decisión se elige una cosa y se deja otra, se gana algo y se pierde algo). Lo importante es haber tomado la decisión que realmente querías o saber que puedes cambiar si realmente quieres
#7 A otros también nos va bien. Sobre todo si, como él, tenía trabajo antes de ir.
Ánimo, #0 ... no creo que seas un cobarde...o todos lo somos a veces.
Yo me fuí y ... da mucho vértigo tomar la decisión, es lo más difícil de todo; una vez tomada, todo va como en una montaña rusa: se suceden un montón de cosas sobre las que tienes menos control del que quisieras y, de repente, cuando puedes volver a pensar, han pasado... en mi caso ¡¡¡casi dos años!!!. Y entonces te das cuenta de que en este país que has elegido no se vive tan mal, que ya has aprendido razonáblemente bien el idioma y que entiendes más o menos cómo funciona la sociedad en la que vives. Entonces empiezas a relajarte y a disfrutar de tu país de destino.
El otro país, el tuyo, sigue ahí, con muchas de las posibilidades que dejas al irte, por si quieres volver. Y esos amigos que quieres y te quieren, los buenos, seguirán también ahí. Los que no lo eran... se pierden, pero esos se perderían de todas formas aunque te quedaras .
Yo recuerdo que fuí a la entrevista ...salí del metro y me dirigí al lugar acordado... y ví a un montón de gente alta de piel rosa... y no entré, me volví al metro... No me veía con fuerzas de hacer la entrevista. Me sentía fatal, llegué al metro, incluso entré de nuevo... y volví a salir... y volví por segunda y tercera vez a mi entrevista. Al final la hice, entré y también tuve un viajecito pagado para ver el lugar de trabajo. Y luego, también me inventé excusas... y al final, dije que sí.
Me pasé unas semanas pensando en lo bueno y lo malo de decir que sí o que no. Creo que muy dentro sabes qué quieres y por qué, y tienes razones muy buenas para hacer cualquiera de las dos cosas. Pero ese segundo en que dices que sí o que no tiene mucho más de azar de lo que nos gusta reconocer. Yo dije que sí, tú dijiste que no... No hay opciones perfectas, no existe ese lugar terrible que cambias por esa maravilla. Dejas cosas buenas y malas y encontrarás también cosas buenas… » ver todo el comentario
He votado negativo porque pienso que este escombrillo es demasiado personal y casi mejor para #0 que no llegue a portada.
Dicho esto, si el problema es el peso, ¿por qué no tomas medidas YA al respecto? En anteriores notas comentaste que habías ido a varios médicos, pero rechazaste ponerte en tratamiento. Es decir, si tienes tan asumida la raíz de tus problemas, deberías centrar todos tus recursos en atajarla.
Supongo que habrá algo más que un problema de sobrepeso, porque como leí una vez "si tienes una solución muy obvia a un problema, es que no has entendido el problema". Pero bueno, por algún sitio hay que empezar.
#0 Eres valiente por compartir tus problemas aquí.
Yo hace 9 años pesaba 100 kilos y ahora peso 80 kilos (mido 1,80).
Mi cambio fue un cambio en la alimentación y la cantidad de alimentos ingeridos. Mejoró mi autoestima, mi atractivo sexual y mi calidad de vida, te recomiendo el esfuerzo.
Pasé por esa misma experiencia hace muchos años. Experimente ese pavor por abandonar la zona de comfort y empezar una nueva vida lejos de España, pero ¿sabéis que? Yo si lo hice. Y fue una de las mejores experiencias de mi vida. Solo pasé un año fuera, pero lo que viví ese año, lo que aprendí, la gente que conocí y lo que maduré como persona mereció mucho la pena. No quería volver y el último día lloré como una magdalena.
Dad el paso, no os arrepentiréis. Y sobretodo pensad que todo y todos van a seguir aquí cuándo queráis volver.
#223 . ¿Estamos hablando de lo mismo? ¿Es comparable el costo y el salto tecnológico? ¿Qué empresa privada (con el más mínimo ánimo de lucro) se hubiese planteado poner a un mono pensante en la Luna?
¿Qué rentabilidad tuvo la cosa?
No obstante, quizá podamos hablar de los grandes consorcios privados como Lockheed Martin, McDonnel Douglas, etc que había detrás trabajando para NASA o para la marina de los EEUU.
Esos se beneficiaron de los avances técnicos y los contribuyentes pagaron toda la factura. Así sí que mola hacer negocios...