Aún recuerdo cuando, desesperada porque me faltaba mes y medio para finalizar mi PARO, acudí con la esperanza de un trabajo en el Caprabo de una céntrica calle de Madrid (había superado la primera entrevista en la central) y con esa entrevista personal ya estaría dentro y podría tener un empleo con el que vivir.
La persona (que no señora, porque no lo era) que me hizo la entrevista era de algún país de América del Sur y me dijo que por qué quería el trabajo, que ahora los españoles éramos los que queríamos los trabajos que jamás habíamos querido y que ahora íbamos a por los trabajos que les habíamos dado a los inmigrantes.
Obviamente, no me cogieron.
2 semanas después encontré un buen trabajo, pero siempre odiaré a la desgraciada esa que no solo me discriminó por ser española, sino que encima se mofó de mi situación.
La gente es gilipollas.
#10La homofobia es síntoma de homosexualidad reprimida. ¿Y los racistas son negros reprimidos? ¿Los que odian a los gitanos son gitanos? ¿Los machistas son mujeres en su fuero interno?
¿Algún enlace o estudio que sustente el argumento: "La homofobia es síntoma de homosexualidad reprimida."
Porque a mí me parece más factible la explicación de que la homofobia viene del miedo al diferente, puesto que con este único argumento del miedo al diferente explicaríamos de golpe todas las fobias de los neonazis.
En Andalucía he visto marroquíes, chinos, hispanos, apareciendo desde los 80 en mi ciudad; el que más o el que menos se ha integrado, evolucionado, y adaptado; hay casos, no digo que todo sea una utopía, pero salen adelante.
Loa gitanos siempre es un caso aparte; en Andalucía los conocemos bien, nunca cambian, no evolucionan, su sociedad da asco, y sus costumbres son sólo aprovecharse de los demás.
Da igual que les des pagas, les pongas autobuses a los niños, casi les pagan por llevar a los niños al colegio... pero ahí siguen, unos barrios que ni puedes acercarte, unas personas que te amargan en un bar.
Cada vez que veo el anuncio de palabra de gitano, me dan arcadas.
#12 yo prefiero el informe de la vida: cómprate un piso con 5 familias vecinas gitanas; te aconsejo el barrio de sevilla, o el polígono de Granada.
Me juego mi brazo izquierdo* que antes del 1 de enero de 2014 lo han vuelto a cambiar: el sector de voto de bares/restaurantes es enorme, más que el de productores/empaquetadores de aceite
Yo tengo una anecdota de cuando era pequeño, unos 13-14 años. Vivía en Nazaret, un barrio de Valencia que antes había sido un pueblo. Antes de la riada del 52 ya había gitanos, gente trabajadora y honrada que se ocupaba de sus asuntos. Mi abuelo tenía mucha amistad con algunos, les ayudó después de la riada y ellos le ayudaron, como buenos vecinos.
El problema surgió cuando, a causa de la riada, empezaron a llegar gitanos de otras partes, reubicados, gente que provenía de zonas marginales que habían resultado arrasadas. Vino mucha gente buena, pero también mucho indeseable. A partir de ese momento, todo cambió en Nazaret. Incluso los gitanos del lugar empezaron a irse a otras zonas, asustados por la violencia de los que llegaban, por el aumento espectacular de los robos con violencia (tirones de bolsos, de cadenas al cuello) reyertas entre familias, etc., y muchos payos también. Mi familia acabó yéndose por lo mismo, Nazaret ya no era el sitio tranquilo, casi un pueblo que había sido, ahora era un barrio marginal. Son legendarias las historias, no allí, pero cerca, de pisos cedidos a gitanos reubicados que subían los burros en el ascensor y quemaban las puertas para hacer hogueras en el comedor.
Un día, un grupo de 2 ó 3 chiquillos (calculo que rondarían los 8 años, rodearon a mi primo con navajas de esas pequeñas, casi cortauñas: "Payo, dame el dinero". Mi primo podía ser muchas cosas, pero no un achicado, y le metió, de repente y sin previo aviso, semejante hostia a uno de ellos que creo que dió en el aire un triple mortal con tirabuzón. El gitanillo se levanta y empieza a gritar "¡Payo, te vi a matá, cuando ze lo diga a mi hermano te va a matá!" Resultó que el hermano del chiquillo era un buen amigo de mi primo, y cuando se enteró de que había intentado atracar a su amigo, le metió una paliza que se le quitaron las ganas… Mi primo acabó atracando farmacias con su amigo gitano, para pagarse las drogas que acabaron llevándolos a los dos al SIDA y, al final, al menos a mi primo, a la rehabilitación. Ahora ha pagado su deuda, está desenganchado y tiene una hija preciosa.
Lo que quiero decir es: buena y mala gente la hay en muchos sitios, gitanos y payos, blancos y negros, y muchas veces esa bondad depende de la edad, de las circunstancias, de la educación y del entorno. No se puede hablar de que todos los gitanos, o payos, o blancos, o negros, sean así o asá. Joder, que los que nos han metido en esta situación de crisis, los que nos han robado el dinero a espuertas, los que se han llevado bonificaciones de órdago, los que han dado nuestro dinero a los bancos, eran TODOS blanquitos y bien blanquitos. Entonces, ¿todos los blancos somos unos estafadores y unos ladrones? Bueno, como se suele decir, "en todos sitios cuecen habas"…
A casi todos esos dictadores los echaron a patadas o se los cargaron.
Franco, en cambio, murió tranquilamente en su cama, nadie le plantó cara en vida. Pretender humillar su cuerpo ahora es como querer ganar un partido de fútbol en los despachos.
Yo soy de izquierdas y antifascista, pero reconozco que el tío nos ganó por goleada. Que se quede el trofeo.
Hijos de puta! Estamos los españoles medio muriendonos de hambre y no hacemos eso, y tienen que venir de fuera a hacerlo. Claro, como no es su puto país.
#13 Sin duda. Mientras el Africa subsahariana plantaba un pié en el espacio, erradicaba la viruela, pintaba la capilla sixtina y componia la novena sinfonia, aquí en Europa nos pasabamos el día tocando el djembé y robando el ganado de la tribu de al lado.
Los yankis tienen un dicho que es algo así como "puedes sacar al chico de kansas, pero no puedes sacar kansas del chico". Aquí se ha dado el mismo fenómeno: Puedes sacar a algunas personas de Pakistán, pero no puedes sacar Pakistán de esas personas.